jueves, 9 de febrero de 2017

DERROTANDO AL MONSTRUO

Hemos ganado la lucha,
doblegado al Leviatán.
La emperatriz de San Telmo se retuerce en su trono.
Ya no habrá mentiras, todas han quedado al descubierto.
Los diarios son ceniza.
Las televisiones se desgañitan en balde histriónicamente.
La verdad de la multitud ha vencido.
Es la hora de la justicia.
Los gusanos se arrastran a esconderse donde no sean pisoteados,
las cucarachas corren a sus madrigueras,
y gritan su miedo a la muchedumbre.
Se niegan no tres veces, sino miles,
"no fuimos nosotros"
"nosotros nunca quisimos".
Los lagartos buscan el sol que más calienta,
y gritan sin palabras el nombre de su éxito.
Nadie les cree. Ya no hay sitio para la mentira,
ya no hay sitio para el disimulo.
El héroe se come a los hipócritas,
con su risa los desnuda ante la multitud,
con sus palabras los convierte en monigotes,
con su victoria los condena a la nada absoluta.
Hemos vencido,
y nuestra victoria será nuestra salud,
y la de nuestros hijos.
AMÉN.