viernes, 30 de octubre de 2009

reflexiones

Resulta agotador cargar con los errores del pasado. Me resulta imposible concentrarme en el presente; cualquier detalle me conduce irremediablemente a algún capítulo anterior y cuando me doy cuenta me descubro imaginando que hubiera pasado si hubiera dicho "no", si hubiera golpeado, o planeando venganzas sangrientas y ejemplarizantes.
Y entonces me doy cuenta que no sirve de nada, que cada uno de mis errores siguen ahí, y me digo que tengo que olvidar, que solo debo pensar en el futuro... pero es inutil, los fantasmas vuelven una y otra vez a perseguirme, a azuzarme, a increparme e insultarme, por mi estupidez, por mi cobardía, por mi indignidad, por mi ignorancia....
Cómo cansa arrastrar ese peso cada día, cómo cansa acumular días en las espaldas sin que nada cambie, sin que el rumbo varíe y sople algún buen viento que te devuelva a la ruta, que te amnistie de tu desprecio hacia ti mismo, día tras día cavando este hoyo que cada vez es más profundo y del que cada vez es más dificil salir.
Ya no espero nada. De momento solo sobrevivo.

jueves, 29 de octubre de 2009

en un bar, tomando un café, solo....

todo parece absurdo,
vivir resulta incuestionablemente plomizo.
Despierto cada día
como un personaje de una película de Bergman,
aplastado por el tedio de seguir luchando
cuando ya sabes que la batalla está perdida,
empujado por la inercia
y por el miedo, la cobardía ante lo irremediable.
El fin.

domingo, 25 de octubre de 2009

8 citas

En los últimos tiempos tuve que escuchar muchas veces a mi cuñado y a otros familiares la consabida cantinela de que el cine español es una mierda, y que solo sirve para ver "folladas". Yo, que por supuesto no estoy de acuerdo con esto, esta noche he vuelto a descubrir una película española que no conocía, que no hablaba de la guerra civil y que me ha parecido además de buena, refrescante. Su título da nombre a este artículo,"8 citas", y además de un guión excelente y unas interpretaciones muy creíbles, encaja golpes de humor que me han hecho reír como hacía tiempo no conseguía hacerlo.
Para un fracasado como yo, que viene de una ruptura sentimental, encontrar una película que hable de las relaciones de pareja con esa claridad, sin que se me levanten las ampollas, debe querer decir que empiezo a estar vacunado contra la melancolía. Me he visto reflejado en muchas escenas de la película y en muchas de las situaciones que narra y lo único que se me ocurre decir es que al menos después de 40 años empiezo a sentir que he vivido.
No la voy a recomendar porque los fracasados no somos los más indicados para dar consejos. Pero...

El pánico ante la página en blanco

Sé que se me da mejor escribir las cosas que decirlas. Escribirlas me permite pensarlas primero, modificarlas cuando no me gustan, medir las palabras que utilizo.
Desgraciadamente la vida no nos da la posibilidad de escribir todo lo que queremos transmitir a los demás. Quizá si fuera posible no hubiera cometido los errores que jalonan mi vida, no hubiera dicho palabras que han supuesto a la larga una sentencia, ni hubiera tomado decisiones a la ligera sin pensar antes las consecuencias.... O quizá sí. Quizá haya un destino al fin y al cabo que nos ata a un devenir que no podemos controlar. Esta idea es muy consoladora para los que, como yo, sentimos nuestra vida fracasada. Nos exime de la responsabilidad del fracaso y suaviza la sensación de culpa. Como veis los fracasados vivimos nadando en un mar de dudas.
Siempre me han dado miedo las personas demasiado seguras de todo, pienso de ellos que manejan más información que yo, saben algo que yo no sé. He pasado la vida estudiando, intentando aprender lo máximo posible en un afán inutil por que nada se me escapara, luchando por conseguir certezas, seguridad, control. Y cuanto más he profundizado más dudas he tenido, según respondía a más preguntas, nuevas preguntas más dificiles y en mayor cantidad iban surgiendo. Y mientras tanto a mi alrededor siempre proliferaban seres que sin aparente esfuerzo estaban siempre seguros de todo, parecían saberlo todo, no tenían dudas.
No quiero aburrir a nadie el primer día. Esto es solo el comienzo.
Todo esto venía a que no sabía como empezar. El miedo ante la página en blanco ha sido un freno permanente para mí. Espero que los últimos acontecimientos en mi vida me permitan superar esta fobia, de momento, aquí van unas líneas para empezar. menos da una piedra.