viernes, 30 de octubre de 2009

reflexiones

Resulta agotador cargar con los errores del pasado. Me resulta imposible concentrarme en el presente; cualquier detalle me conduce irremediablemente a algún capítulo anterior y cuando me doy cuenta me descubro imaginando que hubiera pasado si hubiera dicho "no", si hubiera golpeado, o planeando venganzas sangrientas y ejemplarizantes.
Y entonces me doy cuenta que no sirve de nada, que cada uno de mis errores siguen ahí, y me digo que tengo que olvidar, que solo debo pensar en el futuro... pero es inutil, los fantasmas vuelven una y otra vez a perseguirme, a azuzarme, a increparme e insultarme, por mi estupidez, por mi cobardía, por mi indignidad, por mi ignorancia....
Cómo cansa arrastrar ese peso cada día, cómo cansa acumular días en las espaldas sin que nada cambie, sin que el rumbo varíe y sople algún buen viento que te devuelva a la ruta, que te amnistie de tu desprecio hacia ti mismo, día tras día cavando este hoyo que cada vez es más profundo y del que cada vez es más dificil salir.
Ya no espero nada. De momento solo sobrevivo.