domingo, 10 de abril de 2011

de vuelta

Hola otra vez. Mucho tiempo sin pasar por aquí. Han cambiado muchas cosas pero lo fundamental sigue igual. Sigo muerto. Probablemente he estado muerto toda mi vida y no me he dado cuenta hasta ahora.
Como de costumbre todo cambia para que todo siga igual y en mi vida estas reglas tontas acientíficas se cumplen inexorablemente.
Me planteo si quizá no es que esté muerto sino que soy muerto. Como característica esencial en mí está el rechazar la vida. Quiero sexo y cuando me lo ofrecen lo rechazo, quiero amistad y me alejo de los amigos, los olvido y les doy de lado, quiero cariño, pero trato a los que me rodean con desgana, con ironía, con sarcasmos, buscandoles siempre el lado debil. Y en realidad el débil soy yo. El miedoso soy yo. El traidor soy yo. El mentiroso soy yo. El cobarde soy yo.

Mientras escribo la lavadora parece querer saltar de la terraza haciendo un ruido de nave espacial al centrifugar y el caldo de pollo con verduras burbujea en la cocina apestando olor a apio por la casa. La casa de alquiler en la que vivo, o mejor en la que vegeto, mientras espero pacientemente, o quizá no, a que llegue la hora en que pueda quitarme la máscara de vivo y mostrar por fin a todos que era mentira, que siempre estuve muerto. Que el olor dulce que despide mi cuerpo no es perfume sino muerte.

vuelvo pronto.