Hoy han salido las listas de aprobados del segundo examen de las oposiciones del Estado en las que tenía alguna posibilidad de coger plaza. Yo no aparezco entre los aprobados. La he vuelto a cagar. No sé porque pese a no haber hecho un buen examen tenía la esperanza de que esta vez habría suerte. No aprendo.
Es curioso como por más que te digas a ti mismo que no debes ilusionarte, que tengas siempre la mente fría y seas pesimista hasta el corvejón, al final siempre hay algo dentro que te empuja a seguir creyendo. Creo que esto algunos lo llamaban instinto de supervivencia, en mi caso yo lo considero más bien una querencia innata al sufrimiento, pues ciéntificamente sé que la suerte no va a estar nunca de mi parte. De echo estoy seguro de que si alguna vez apruebo una oposición, la impugnarán y la anularán para que no consiga el objetivo.
El caso es que algunos fracasados somos unos obstinados y seguimos luchando pese a todo. sin embargo en este momento no sé muy bien como encajar este último revés. Debería estar llorando por las esquinas, o golpeándome la cabeza contra los muebles para castigarme por mi ineptitud, o cagándome en la puta del que ha correjido el examen...Pero en cambio, lo único que se me ha ocurrido es ponerme a contarlo en este blog, que es como el barranco de desescombro de mi conciencia y que no me sirve para nada.
Ahora ya estoy casi seguro de que estoy condenado a seguir estudiando unos cuantos añitos más. a ver si al menos me llamaran de interino para la bolsa de A2 de la Junta y puedo al menos respirar unos meses. Conociéndome, seguro que me saltaran y tendré que reclamar o algo así. O me llamarán primero del C2, en el que estoy 400 puestos más atrás y en el que se cobra una miseria por trabajar en el último pueblo de Andalucía.
Ahora que lo pienso quizá sea bueno que ya ni las malas noticias me hagan mella.
